El beso Singapur es una práctica sexual que le suma autoconocimiento, placer y entrenamiento a tu salud pélvica. Consiste en contraer y relajar los músculos de la vagina durante la penetración. Para conseguir que la práctica sea asertiva y placentera necesitamos el bendito autoentrenamiento. Y para ello, conocer bien nuestro cuerpo.
Durante mucho tiempo de mi vida estuve bastante disociada de mi cuerpo. En el mundo de mis ideas ya había logrado conquistar muchas teorías feministas, pero hacerlas carne llevaron otro tiempo y proceso. Lo primero que me parece importante erradicar es la naturalización de la desconexión con nuestro cuerpo. Estar inmersas en la rutina nos fragmenta de lo único que nos acompaña del nacimiento a la muerte. Ponerse a ejercitar un músculo que no se ve sin tener la mínima idea de nuestras probabilidades físicas suena a misión imposible.
La primera invitación entonces es a aflojar un territorio ganado por los estereotipos de belleza. Sí, a relajar la panza. Fue muy loco como cuando comencé a volver a mí misma, con todo lo que conlleva esta afirmación, pude notar que la mayor parte del tiempo tenía el abdomen contraído. Inconscientemente nuestro cuerpo adopta verdades que aunque en el mundo de las ideas estén superadas, hacerlas cuerpo es un trabajo personal diario. Al relajar el abdomen, la respiración puede continuar viaje hacia el pubis y así conectar con el placer. Podemos tener mayor consciencia de todo lo que ocurre de la panza hacia abajo. Por lo que considero muy importante, quitarnos este estigma para continuar viaje al sur. Un ejercicio muy simple que podés hacer es llevar la atención y la intención diaramente a la panza y chequear si estas relajada o si hace falta soltar la eterna contracción.
Continuando el recorrido hacia abajo hay un entrenamiento de los músculos pélvicos que es altamente recomendable. Los ejercicios de Kegel consisten en contraer el músculo pubocoxígeo. Fortalecen los músculos del piso pélvico, que sostienen el útero, la vejiga, el intestino delgado y el recto. Podés hacer los ejercicios de Kegel, también conocidos como entrenamiento muscular del suelo pélvico, casi en cualquier momento. Los ejercicios de Kegel pueden prevenir o controlar la incontinencia urinaria y otros problemas del suelo pélvico. Las bolas de Kegel y el uso de huevos vaginales ayudan a tener mayor consciencia sobre el asunto. Y además este entrenamiento también mejora tu placer sexual, ya que beneficia tus orgasmos y facilita esta práctica que hoy nos convoca: el beso Singapur.
Te invito a que estés donde estés leyendo este artículo contraigas el músculo de la vagina como si quisieras contener el pis y lo relajes. Estamos en la zona del 1º chakra, del chakra raíz, donde se aloja nuestra capacidad de materializar y nuestras emociones más primarias. Vas a inhalar por la nariz mientras contraes la vagina, vas a sostener y vas a exhalar dejando salir una letra A de pura liberación mientras relajás y permitís que el viaje del oxígeno salga por tu vagina, es una hermosa sensación. Repetí varias veces y si se mueven también cuestiones de nuestro mundo espiritual y emocional, dejalo ser.
Las prácticas en solitario mejoran la fortaleza de tu suelo pélvico evitando futuros prolapsos, (El prolapso uterino ocurre cuando los músculos y los ligamentos del suelo pélvico se estiran y se debilitan, por lo que dejan de proporcionar un sostén adecuado para el útero, en consecuencia, el útero se desliza hacia la vagina o sobresale de ella) favoreciendo la veloz recuperación post parto y la eficacia de tus orgasmos. Una vez conuistado este nivel, podés probar con consciencia y presencia esta propuesta.
Durante la penetración vas a probar esta misma consigna, contraer, sostener y relajar los músculos de la vagina. Internet dice que se le llama beso de Singapur por una prostituta de esta ciudad, de la que cuenta la leyenda que tenía tan desarrollada la técnica, que era capaz de sacar e introducir el pene de su amante solo contrayendo y soltando el músculo. Wow, tremendo superpoder. No hace falta llegar a esto pero sí probarlo para optimizar las sensaciones. La contracción simula una succión. Cuando estés encima de tu amante dale estos besos con el poder de tu vagina y el de tu autoconocimiento.
Te dejo este video de la diosa de Elsy Reyes que aunque no es tan reciente, sigue siendo de mis pereferidas y… ¡A gozar!