Bienvenidas una vez más a la zona oscura de cada arquetipo zodiacal. Nunca está demás recordar que el fin de hacer visible los lugares más débiles y con peor reputación de los 12 signos tiene la noble intención de poder integrarnos con mayor consciencia, no olvidemos que lo que negamos y reprimimos vuelve a aparecer hasta que se alquimiza. Que nos someta la oscuridad es temerle a la evolución, hacerla carne es el camino de trascendencia que nos hace libres y poderosas.
Aries es el primer signo del mandala zodiacal y como buen comienzo me parece oportuno mencionar que estar disponible a la autocrítica es un aprendizaje supremo. Nada de lo que encontrarás por aquí es personal u ofensivo, más bien una invitación a que bajes la guardia y te permitas volver a vos misma. Aries como buen signo de fuego invita a la autoafirmación, a vernos y reconocernos por quienes somos, pero sin que se pase de rosca y anulemos la existencia y el deseo de las demás personas que nos rodean.
Al ser el primer signo, es el más básico e instintivo. Digno de mecanismos de supervivencia en situaciones extremas, imaginad a personas con mucha energía Ariana y verás a las primeras en accionar y salir del apuro. Corporalidades alerta y siempre dispuestas a la acción. Veloces, audaces y valientes van hacia la voluntad de su deseo sin titubeos. Emprender comienzos es una zona de fácil acceso y ser líderes un lugar común y corriente. Pero… ¿Cómo llegamos a vibrar esta potencia energética del bien sin quemarnos en el camino?
Si tenés Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte o ascendente en Aries, Marte dominante o casa 1 con muchos planetas tenés todo el power y el impulso de Aries y darle luz a la oscuridad te ayudará a alimentar ese fuego de manera responsable y madura.
RÁPIDA Y FURIOSA
Una forma muy común de manifestar Aries es reaccionando. Hacer enojar a Aries puede llevar un segundo. Que hierva y bardeé a todo tu linaje por un desacuerdo puede ser uno de sus puntos más débiles. Reaccionar ante cualquier discrepancia sin un proceso de racionalización previo, sin pausar y preguntarse amablemente qué le está ocurriendo es su talón de Aquiles. La reacción intempestiva de Aries puede prender un fogón enorme de algo que tal vez ameritaba una pequeña llamita de fósforo.
La necesidad constante de defensa solo demuestra que traduce al mundo como un lugar amenazante. Como es el primero, es la energía más pura, no incluye a ningún arquetipo zodiacal más que a sí mismo y como tal puede pecar de no salir de su propio ombligo. No por nada el opuesto complementario es Libra, donde notamos que existe otrx. Aries sin el balance de Libra puede ser egoísta e incomprensivo con opiniones y situaciones divergentes a su criterio. Y prenderse fuego rápida y furiosamente solo llevará a arrasar a quienes tiene enfrente con una liviandad que no alcanzará a percibir lo que le está ocurriendo al otrx. Por eso antes de atacar o defenderse es recomendable tomarse unos segundos de percepción física, de respiración y control de esa energía que se enciende enseguida. Así como se prende rápido, se apaga rápido.
IMPULSIVA
Moverse hacia adelante es una virtud hermosa. Estar estancada en una situación sin tomar acción se traduce en estar bloqueando la energía Ariana. Cuando esto se polariza y se cruza al otro extremo podemos estar actuando por impulsos erráticos con tal de hacer y accionar. Tomar el impulso para comenzar o salir de determinadas situaciones suena maravilloso pero cuando estos impulsos se convierten en mecanismos de defensa, las consecuencias son erráticas. Salir al exterior solo por salir, por miedo a permanecer en una situación o en una emoción puede ser un signo de represión e incluso de inmadurez. Transitar los ciclos y procesos con la temporalidad que amerita puede ser un gran desafío para esta energía que impulsa con potencia a irse inmediatamente de situaciones incómodas. Por momentos puede funcionar y llevarnos a otro lado con velocidad, alejándonos de ese lugar que se convirtió en una amenaza, pero retrasar procesos por usar la carta del impulso constante no nos librará del mal eternamente.
Saber discernir cuando nuestros impulsos son virtud es saber que nuestras acciones vienen de un lugar de certezas y no de defensa.
TODOPODEROSA
Marte en la mitología grecorromana era el Dios de la guerra. Una guerra se gana o se pierde. No me encanta mencionar los paralelismos mitológicos, ya que como toda la historia de la humanidad, es bastante patriarcal. Pero si es verdad que ilustra de manera tangible el arquetipo de Aries en nuestro imaginario. Una guerrera debe ser valiente, tener coraje, salir al frente y hacerle frente a todo. A veces esto se convierte en un peso, porque la disponibilidad al fracaso es nula, la aceptación del miedo improbable y la coraza de fuerza una mentira. Permitirse la vulnerabilidad puede ser un desafío muy dark. Está socialmente establecido que la sensibilidad nos hace débiles. Cualquier muestra de debilidad será reprimida. Ser fuerte está asociado a no sentir, a no llorar, a salir adelante con el pecho en alto. No diría que Aries tiene el corazón de hielo, de hecho es puro fuego, pero sí que intenta congelar sus lágrimas con su mejor cara de enojo y termina expresándose cuál perrito caniche toy ladrando intensamente. Y todo el mundo sabe que por más warrior que seas, perro que ladra no muerde. En vez de reprimir tus lágrimas, soltá el pecho y que ese fuego fluya. No hace falta ser un doberman o un rottweiler todo el tiempo, el caniche toy deja de chillar cuando le das amor. Y hay que ser muy valiente para darle acceso a esto con naturalidad y sin bardear.
Eso sí, no recomendaría estar cerca de Aries si pierde en algún juego, pues todopoderosa enojada en la derrota rompe todo.
HAGO LUEGO EXISTO
El planeta regente de Aries es Marte. Marte nos muestra como nos defendemos y como accionamos en la vida. Tener mucha energía Ariana va a demandar canalizar toda esta potencia de alguna manera física. Los entrenamientos que demanden de fuerza, resistencia y quemar energía serán una manera generosa de canalizar tanto power. Sobre todo si hay carga emocional de por medio y queremos evitar fuertes dolores de cabeza.
Hay que saber diferenciar entre canalizar energía y llenar un vacío. Estar todo el tiempo haciendo es una manera de estar todo el tiempo en movimiento. ¿Y qué pasa si no hay movimiento? ¿Por qué es tan peligrosa la quietud? ¿Quién soy cuando no estoy haciendo? ¿Cómo me siento cuando siento que no estoy haciendo nada? ¿Qué significa para mí no hacer nada? ¿Qué hay detrás de tanto movimiento? ¿Somos lo que hacemos?
De donde nace la voluntad de hacer nos dará indicios del verdadero deseo de lo que estoy haciendo.
YO, YO Y YO
La casa 1, es decir, la del Ascendente, es la que responde a quienes somos, como nos ve el exterior y a la energía de Aries, independientemente del signo de tu ascendente. Estás cualidades que vamos integrando mientras la vida nos va mostrando quienes somos pertenecen, en este sentido, al primer contacto instintivo con la identidad que luego se desarrollará con consciencia en el segundo signo de fuego, Leo.
«Yo soy» es energía Ariana. Lo que ocurre cuando hay mucha energía Ariana es que se queda ahí, yo soy. Esta buenísimo para la autoafirmación y para pisar fuerte sin que nadie nos pisotee, siempre y cuando aprendamos a integrar al opuesto complementario, que se ubica en la casa 7 y es todo lo que no somos, «yo soy con vos», es la consciencia del otrx, «nosotrxs». Libra nos trae toda la información de quienes somos en el espejo vincular. Las relaciones de pares siguen siendo una gran incógnita en mi vida. Sé que he venido a aprender exahustivamente a relacionarme y puedo dar fe que cuando aprendí a verme en el otrx mi vida dió un vuelco tremendo. Si pudiéramos realmente vincularnos con esta consciencia las relaciones tóxicas no existirían. Jamás le haríamos a otrx lo que no nos haríamos a nosotrxs mismxs. Pero para esto hay que tener muy en claro el eje Aries-Libra. En la energia más baja solo se vincula siguiendo la voluntad de su único deseo porque no puede percibir la existencia del otrx. Saber quién soy en una relación y que puedo dar y recibir para no perderme en el vínculo es la gran virtud de Aries en el eje de las relaciones.
El gran aprendizaje se da cuando al poder verse y encontrarse en otrx puede manifestar quien es y simplemente encontrar compañerxs de vida.
Para cerrar no olvidamos que es una energía de liderazgo. Naturalmente líderesas jamás hay que temerle a lo que el patriarcado nos ha hecho creer por ser mujeres. Dice Lodi: «Aries siempre va a necesitar independencia y autonomía. Cualquier decisión que exija subordinarse a la decisión de otro, o quedar a la espera de la determinación de un tercero, será motivo de inquietud. Aries no reconoce otra autoridad que la de su propio impulso ni ley alguna por sobre su deseo.»
En esta temporada Aries activemos todo el fuego que nos hace mujeres dueñas de nosotras mismas. Que el impulso y el deseo siempre sean nuestra brújula hacia la construcción del mundo que merecemos y valemos. Que Aries nos llene de vitalidad, pues mujer bonita es la que lucha.