En estos momentos se debate en Argentina el proyecto de Ley del Aborto legal, seguro y gratuito. Consideré muy oportuno y útil para acompañarnos entre nosotras compartir este relato en primera persona de una valiente y hermosa mujer. Aquí su experiencia.
Hoy hace aproximadamente un año y medio que aborte. Tenía 27 años tres trabajos, una pareja estable y nos cuidábamos. En mi proyecto de vida no está el ser madre por distintos motivos. Un día estaba en el gimnasio y me descompuse, esa semana ya estaba en fecha de menstruar, y no venía, pensé en hacerme un test de embarazo para tranquilidad solo para que diera negativo y así ya poder relajarme. Estaba viendo una película de tiburones, y lo hice sabiendo que iba dar negativo, así que volví a ver la película y lo deje ahí. Cuando termino la
película volví y había dos rayitas… En ese momento se me pasaron mil cosas por la cabeza primer pensé que podía estar defectuoso el test, pero no, así que llore, llore y llore y le dije a mi pareja y lloramos juntos por que no era parte de nuestro proyecto de vida y lloramos toda la noche. Entre medio de llantos buscamos opciones, pensé en irme del país para poder abortar, pensé en que iba a pensar mi familia, iba a perder los trabajos (aclaro que en los rubros en los que trabajaba en ese entonces no son amigos de familias ni niños ni mucho menos de planes de maternidad). Después de llorar y llevar a mi cabeza por todo tipo de posibilidades y países, buscar pastillas en el mercado negro, pedir ayuda en redes, y leer historias, decidí escribirle a un familiar que es médico y es mi red de contención. Le dije que estaba embarazada y que no podía tenerlo, me contesto – “Que cagada, llámame”. Con todo el miedo del mundo a que me juzgara me retara me mandara a la mierda, le llame y me dijo “deja de llorar ahora actuemos, mañana anda a hacerte una eco y me das la información”.
Tenía que ir a trabajar así que en dos de los trabajos dije que estaba enferma y como no tenía obra social empecé a pagar todas las consultas particulares, cuando fui a hacerme la eco salió que no se reconocía embrión por lo precoz de la gesta, no tenía más de 4 semanas de embarazo, nunca le conté a mis amigas por miedo también, esa tarde tuve que ir a mi tercer trabajo (en este trabajo tenía que aparentar que estaba bien ya que estaba encargada de hacer degustaciones y animar ambientes, yo solo me quería morir…) Al tercer día ese familiar averiguo sobre un método para interrumpir en el que es preciso pasar por una serie de entrevistas con psicólogos y psiquiatras, mi vida y mi futuro dependía de lo que ellos decidieran… para esas entrevistas tuve que viajar a un lugar fuera de la ciudad a más de 1 hora en una zona de campo, si pasaba esas entrevistas iba a conseguir que acceder al Misoprostol. Avise en mi tercer trabajo que tenía algo así como una hemorragia interna y que me tenía que hacer estudios fuera de la ciudad porque no tenía obra social, en ese punto ya no me importaba quedarme sin trabajo.
Tenía que ir sola, así que arme una mochila y me fui me dijeron que en el caso de acceder debía llevar ropa interior en cantidades, actron 600 y apósitos post parto. Me subí al micro y en el camino lloraba, tenía miedo pensaba en todo y en que no podía hablar, y me hubiera gustado poder hablarlo con mis amigas cuando paso para no tener tanto miedo. Cuando llegue después de la entrevista que duró una hora y media, esa tarde me dijeron que iba a poder acceder a las pastillas, estaba aterrada.
Firme un papel y me introdujeron una pastilla que tenía que estar pegada al útero, después de eso me mandaron a casa, tenía que estar en reposo y tomarme dos pastillas más una a cada dos horas, sublinguales. A esta parte mi historia la recuerdo como oscuridad.
Acostada comí arroz, y de repente me empezó a bajar la presión, ya se había cumplido el tiempo me tenía que tomar la pastilla, así que mi familiar la puso en la boca, me bajo la presión, me comí un caramelo para tratar de recomponerme, pero ya me había mareado, tenía ganas de vomitar. Estaba en una habitación chiquita que tenía un bañito con inodoro. Y De repente pasó… llegaron las contracciones es como un dolor de ovarios x 10, sentía que se me rajaba la espalada, era pleno invierno y en esa parte del campo hacían más o menos 0 grados.
Me pare para apoyarme contra la pared por que no podía estar acostada. (Mencione que esa noche se festejaba un cumpleaños de 18 años a donde me estaba quedando, iba a ir toda la familia y amigos, así que la única persona que sabía estaba con los preparativos y cuidándome). Cuando me pare estaba helada no sentía los pies, estaba vestida con 2 pares de medias una calza y un pantalón, una remera mangas largas y un suéter de lana pero estaba helada. Después de un tiempo apoyada en la pared, del dolor de espalda empecé a vomitar, y después de eso tuve diarrea, y en el baño mientras estaba sentada vomitando, de la fuerza empecé a sangrar, ya había empezado el proceso, sabía que iba a durar unas 9 horas aproximadamente. Después de ese rato en el baño mi familiar me limpió, me ayudó a acostarme, pero no podía estar acostada del dolor por que tenía contracciones, dolor de ovarios, sentía que el cuerpo estaba roto y me dio un calmante, pero no hizo efecto. Estaba helada, lloraba y me sentía rota, para ese entonces ya había cambiado dos veces los apósitos y estaba volando de fiebre. Movieron la cama al lado de la estufa, me pusieron un caloventor en los pies y tres mantas más, pero yo estaba helada y me movía de un lado a otro llorando por que no podía más del dolor. Empezó a llegar la familia y todos preguntaban por mí que que me pasaba, los escuchaba, en un momento había llenado el tercer apósito y, mientras celebraban, querían venir a verme por que no entendían que me pasaba, ya habíamos inventado una enfermedad para que no sospecharan, yo no podía hablar solo lloraba y sangraba. En el lapso de 6 horas tome 3 calmantes 600, pero no hacían efecto. En un momento mi familiar se habíaasustado por la sangre que estaba perdiendo mi color de piel estaba amarilla, y no paraba de ir al baño así que pensamos en ir al hospital. Pero después de un rato las contracciones empezaron a ser espaciadas, deje de llorar, y pude respirar y acostarme boca arriba. De a poco el dolor iba desapareciendo y el miedo también.
Sangre por 10 días, y tenía que hacerme una eco para asegurarme que nada hubiera salido mal por la posibilidad de infecciones y otros problemas posteriores, cuando me la hice ya había pasado todo.
Hoy tengo 29 años, estoy a una semana de terminar mi tercera carrera, y lo más importante es que soy feliz con mi decisión. Espero que nadie tenga que pasar por la situación de tener miedo, de no tener con quien contar o a quien acudir, de no tener obra social o los medios para tener seguridad, espero que no tengan que acudir al mercado negro, ni en métodos que pongan en peligro su vida, si algún día se encuentran en esa situación, la decisión que tomen que siempre sea por ustedes, ni por su familia, ni por sus amigos, ni entorno, ni por su trabajo. Busquen quienes son es su red de contención y espero que cuando lean esto, el aborto ya sea legal, seguro y gratuito para todos.
Educación sexual para decidir.
Anticonceptivos para no abortar.
Aborto legal para no morir.
#quesealey